El MIT sigue demostrando porqué es la primera universidad del mundo en diferentes ámbitos, pero específicamente con las tecnologías de la información. Uno de sus estudiantes ha llevado a cabo lo que denomina siftables, son pequeños objetos que pueden comunicarse entre sí para llevar a cabo tareas complementarias entre ellos y funcionar como organizadores y desplegadores de información. Es un nuevo interfaz para interactuar con la información que ofrecen una gama enorme de aplicaciones, sobre todo, por la facilidad de uso para aquellos no duchos con los periféricos que utilizamos normalmente para relacionarnos con la tecnología (ratón, teclado, punteros, etc.). Claramente demuestra cómo los niños desde muy pequeños aprenderán a interactuar con la información de una manera natural interactuando de manera independiente para conocer cómo restar, sumar, multiplicar o dividir o aprender a leer. Vía Barrapunto