en una sociedad que se adentra cada vez más en la automatización de todo tipo de procesos, en la recopilación de todo tipo de datos y que trae como consecuencia, entre otras, la emergencia de conocimiento oculto, el anuncio de la aparición de google glasses para finales de este año, nos abre un escenario totalmente diferente al cual la sociedad tendrá que acostumbrarse. es lo que llamarían los anglosajones un game changer, un punto de inflexión notable, no tanto en la tecnología en sí, que supone un avance cualitativo importante, sino por el impacto social que pueden causar la aparición de un interfaz mucho más transparente e invisible en el acceso a la información que los actuales.
uno de los principales problemas que tiene aquella tecnología que se viste o se lleva puesta (wearable computing), es que el interfaz de información, donde el usuario interactúa con el sistema -pantalla, teclas, etc--, no se encuentra a la vista de todos, sino que es totalmente personal. Aunque en el caso de los dispositivo móviles puede ocurrir lo mismo (tú llevas tu propio móvil y miras la pantalla y en principio sólo lo ve la persona propietaria del móvil), cuando se interacciona con el mismo se hace a la vista de todos y el interlocutor, puede ver que estás haciendo algo, lo que no sabe es lo que estás haciendo. [caption id="" align="aligncenter" width="640" caption="asalto a Steve Mann en el McDonald´s de París"]
[/caption] sin embargo, en el caso de las google glasses, el problema es de desconocimiento, porque el interlocutor no sabe lo que estás haciendo cuando llevas puestas tus gafas y puede que estés grabando en ámbitos donde no se encuentra permitido grabar como ocurre en los restaurantes de McDonald´s de Francia. Esto fue lo que le ocurrió a Steve Mann, posiblemente el primer cyborg de la historia, que este pasado mes de julio fue agredido por parte de empleados de McDonald´s en un restaurante francés, publicando la historia completa, imágenes incluídas, en su blog. pero una cosa es tomar imágenes del entorno, y otra es conducir análisis de comportamiento de personas y emerger conocimiento oculto gracias a la explotación de los datos referidos a ese individuo en internet pudiendo descifrar todo tipo de información al respecto en un solo instante.
¿admitiría la sociedad unas gafas que cuando las llevas puestas te ofrece información sobre el % de probabilidad que tiene la persona que está en frente de engañarte mientras habla? ¿admitiría la sociedad unas gafas que permiten decirte si le gustas al interlocutor que tienes en frente? ¿admitiría la sociedad unas gafas que son capaces de detectar si el interlocutor se ha drogado? ¿admitiría la sociedad unas gafas que son capaces de darte la probabilidad de que la persona que está en frente es homosexual?
el problema está en que la persona con la que hable el portador de las google glasses, no sabrá qué tipo de información estás recopilando mientras hablas con ella y a qué información estás accediendo. no podrá saber si estás analizando sus expresiones faciales, buscando información de sy persona en tiempo real en google, o simplemente te está haciendo una foto que está mandando a facebook. Llegado el caso, podría ocurrir que el interlocutor con el cual habla el portador de las gafas, hubiera tenido problemas con la policía y temiera por su intimidad. las gafas de google tienen un potencial tremendo en ámbitos profesionales, especialmente en medicina, reparaciones, espacios de do it yourself por nombrar algunos pocos, pero su utilización en el ámbito social va a ser el primer escenario tecnófobo real al que nos vamos a enfrentar como sociedad, especialmente a medida que poco a poco vayan saliendo programas que permitan descifrar comportamiento humano derivado del análisis de las expresiones faciales. que vamos hacia una sociedad donde "no hagas lo que no quieras que se sepa" cada día es más que evidente. Google Glasses representa otro paso más hacia la emergencia de conocimiento oculto gracias a la utilización de este tipo de tecnología pero que desnuda totalmente nuestra intimidad. aquellos neoluditas, que echen las culpas a las máquinas y a los sistemas de información de su situación de desempleo, serán algunos de los que se levanten contra la utilización de wearables computers en diferentes ámbitos y que clamen para que se prohíba su utilización en muchos ámbitos. Es nuestra camino hacia la sociedad chivata sobre la que escribíamos en el 2004.