La sociedad red, con todas las ventajas que trae para tantos, tiene su lado oscuro, y el caso del dedo de Varoufakis ejemplifica a las claras la sociedad que nos toca vivir. Personalmente he llegado a un momento en el que me he cansado de seguir leyendo sobre el tema y averiguar si realmente el ministro griego utilizó una peineta refiriéndose a los alemanes o bien fue un montaje digital. El artículo de Libre Mercado resume perfectamente la cronología de los acontecimientos.
Ayer cuando vi que se hacía un desmentido al vídeo donde se demostraba aparentemente que todo había sido un montaje, me di por vencido: "no sé ya a quién a creerme...como que me da igual si lo hizo o noi"
Frente a 1984 de Orwell donde un poder central es el que cambia la información para presentarla constantemente en función de sus intereses, aquí es el ciudadano quien tiene las herramientas digitales a su alcance para modificar la realidad, consiguiendo que sea prácticamente imposible discernir si realmente el ministro griego levantó el dedo o si fue realmente un fake por parte de una agencia alemana.
Gracias al poder de las redes, lo que Rheingold anticipaba, De Ugarte continuaba y algunos explorábamos conceptualmente y difundíamos, cualquier individuo o grupo de individuos suficientemente motivados son capaces de generar una visión de la realidad que es mentira y haciéndolo, además, a conciencia. Lo que antes sólo podían hacer los Estados por los recursos necesarios para llevar a cabo una campaña de desintoxicación, cualquiera puede hacerlo.
Entonces, ¿qué vídeo es entonces el verdadero? ¿Hizo o no la peineta? Para los que nos hemos cansado, el resultado final da lo mismo, si lo hizo o no....el caso es que nunca podremos saberlo, porque no nos querremos creer lo que nos digan que ocurrió.
En este siglo XXI, ¿qué nos queda a los que buscamos la verdad de manera sincera y honesta en las noticias que leemos de manera continua para hacernos una idea lo más objetiva posible de la realidad que nos rodea? Jodernos