Carta para los estudiantes de la clase de Fuensanta Galán - Loyola Otoño 2014 La marca personal no es otra cosa que lo que piensa un tercero sobre ti cuando tu imagen le viene a su mente. Cada uno proyecta una imagen que terceros se encargan de ponerla en valor cuando leen, ven o escuchan hablar de esa persona. "Esa persona es muy trabajadora", "esa persona es muy simpática", "ese es un crack" son formas de hablarle a un tercero de cómo es esa persona. En otras palabras, tu marca personal es tu reputación. Es un tema que me viene interesando desde hace ya +10 años especialmente desde que me di cuenta, que la búsqueda digital de cualquier aspecto de una persona a través de buscadores como Google iban a cambiar por entero nuestras relaciones socioeconómicas, entre otras la contratación (artículo de 2003: Cuando invertir en blogs sea más rentable que invertir en BMWs) En la era de la abundancia y cuando hay oferta de todo, y cada demanda de empleo tiene normalmente 5-10x que puestos a cubrir, la reputación personal se vuelve imprescindible para realmente tener posibilidades de ser contratado por terceros. Personalmente y como empresario me trae al pairo en muchas ocasiones el CV, salvo para discriminar quién si o quién no es una primera tacada. A partir de ahí, la marca personal es lo que impera para su prueba/contratación (luego será su habilidad y el acuerdo entre las partes las que posibiliten si esa persona ). Por ejemplo, cuando contraté a Fernando Hidalgo ,actual CEO en Sopinet, como programador en el año 2007, experimenté con él lo que era su marca personal. Afirmaba que contribuía con la comunidad Joomla!, le pedí el usuario, y fui a ver si era verdad, que por supuesto lo era, y acto seguido lo contraté. Se trataba de ver su trabajo en comunidades de software libre. En el caso de la hostelería, contratar a una persona tiene que ver con varias variables, pero uno destaca por encima de otra una vez que cumple con el perfil deseado: "es trabajador?" "¿se esfuerza?" "¿tiene ganas?". Eso no aparece en ningún CV sino que la persona que normalmente te lo entrega "habla por la persona". Sin marca personal en el siglo XXI no eres nadie y por mucho que hayas estudiado, sacado buenas notas y te lo hayas currado en el sentido tradicional, posiblemente te comas un mojón de Cuenca. Lo suficiente de antaño es claramente insuficiente hoy en día. Espabila con tu marca personal y aprende qué métodos tienes para incrementar las probabilidades de contratación en los próximos años.