Al hilo de lo que escribía el otro día sobre la dificultad que implica llevar a cabo cambios sociales en los usuarios y especialmente en el caso de la tecnología, olvidé comentar que eso ocurre en cualquiera de los hábitos de nuestra vida. Para muestra un botón. En el baño de la oficina, desde hace 2-3 meses los rollos de papel higiénico que compramos, tienen la virtualidad de que el rollo de cartón sobre el que se enrolla el papel higiénico, es desechable y que lo puedes arrojar directamente al W.C. en vez de tener que depositarlo en el pequeño cubo que existe en los cuartos de baño.
Seguramente la empresa que llevó a cabo la innovación de introducir este nuevo material, encontrara que iba a ser muy alabado por parte de los usuarios e iba a ser utilizado, ya que no tendrían que agacharse para abrir un minicubo que normalmente siempre está hasta arriba, ahorrándose el tener que presionar los desperdicios con tu mano para el prensado de la basura. ¿Análisis correcto? Meeeeeeeck. Error. La experiencia de la oficina de Blobject indica que, al menos entre un grupo humano de hasta ahora 14 personas, eso no se da. Da igual que ponga que lo puedes echar por el WC, la gente simplemente no lo hace. ¿Por qué? Posiblemente sea el hábito, posiblemente sea el descuido, posiblemente sea el que no lo han visto... Si cambiar el hábito de un usuario que va de manera recurrente a un sitio diariamente es difícil, pensemos lo que supone que los usuarios cambien los hábitos de comportamiento en compras, gestión de negocios o disfrute de ocio. Complicadillo....