Mientras que en un departamento de policía de una ciudad australiana, utilizan el sentido común y envían SMS y Twitter para ponerse en contacto con los ciudadanos avisándoles directamente y sin intermediarios de los incendios que arrasan la zona, aquí lo hacemos por fax y a destiempo como indicábamos hace unos meses con el follón de Madrid. Pero, hete aquí que este ejemplo de mentalidad, es pero cuando nos enteramos que la en la Asamblea de Madrid prohíbe el uso de Twitter (no de SMS, ni de mails, ni de móvil)...tócate los webs Este caso, la prohibición del Twitter es lo de menos (seguro que lo aprueban la próxima vez), es el síntoma de la ignorancia supina que tiene la mayor parte de la clase política actual sobre las nuevas formas de comunicación que han supuesto las tecnologías de la información. Directamente proporcional el conocimiento de los gestores políticos del nuevo mundo que nos toca vivir, nos guste o no por la llegada de las tecnologías de la información, a la riqueza de nuestras sociedades si saben aprovechar las mismas.