Cuando defendemos vehementemente las infraestructuras de telecomunicaciones wireless públicas, lo hacemos creyendo realmente porque creemos que las mismas traerán en el futuro una explosión enorme de usos y servicios que seguirán cambiando nuestra sociedad tal y como la conocemos ahora. Traerán desarrollo socioeconómico y nuevas formas de entender nuestras relaciones sociales. El futuro viene marcado porque nos podamos conectar a las redes de una manera ubicua, es decir, desde cualquier punto tendremos conexión a la red. Hoy en día, esto es lo que primitavamente ofrecen las operadoras de telefonía a través de sus infraestructuras, pero lo hacen básicamente para los modelos de Sin embargo, cuando vemos modelos como el próximo Nokia 7710 que nos enseña claramente la tendencia que viene en cuanto a nuestros aparatos móviles (Personal Devices), podemos ver la importancia que tienen las infraestructuras de telecomunicaciones libres.
Los móviles del futuro estarán caracterizados por su utilizacion para todo tipo de cuestiones, desde escuchar música, tomar fotografías, escuchar la radio, etc. teniendo conectividad con redes GSM/GPRS. Es decir, el uso del teléfono será mucho menor en comparación con el conjunto de usos que utilizaremos. Sin embargo, este tipo de móviles, están prácticamente monopolizados por parte de los operadores. Los mismos, posiblemente serán terminales que tendrán muy delimitadas las posibilidades de compartir música, Ya nos hicimos eco de este hecho a raíz de una noticia aparecida en Barrapunto sobre cómo operadoras de telefonia móvil como Telefónica o Vodafone capan los infrarrojos de los teléfonos móviles para que sólo puedan recibir contenido suministrados por los propias operadoras. Bajo el modelo que se nos avecina, sólo aquellos contenidos que queden al amparo de las futuras operadoras de telefonía, serán las utiilizadas. El resto de información no estará disponible para el disfrute de los usuarios, o lo que es lo mismo, el principio extremo a extremo destrozado. Por eso creemos firmemente en el software libre y por ende, en las infraestructuras libres, y de cómo éstas no pueden quedar al amparo sin más de monopolios que velan por la conservación de su status quo, máxime cuando éste no invierte lo que debería en el mismo, y lo hace en función de sus intereses privados, no llegando la sociedad del conocimiento a todos los estratos de la sociedad. Lo mismo aquí, al igual que está ocurriendo con la música donde Coca Cola se convertirá en una empresa a tener en cuanta, nuevos players intervengan en el mercado gracias a una red de infraestructuras libres, y de componentes libres de hardware. El sistema operativo se tiene libre, las aplicaciones de telefonía móvil comienzan a aparecer y la llegada de WiMax confirma la existencia de nuevas tecnologías de comunicación que no están al amparo sólo y exclusivamente al albedrío de contados operadores de telefonía. Gracias a la existencia de un sistema como GNU/Linux, los aparatos móviles con sistemas operativos libres continúan arrebatando cuota de mercado a los sistemas propietarios en dispositivos móviles y creciendo enormemente. Por otra parte, Skype Mobile, es la apuesta de Skype para dispositivos móviles, especialmente para PDAs que ya permite la realización de llamadas entre usuarios de Skype, el cual se ha descargado más de 31 millones de veces. Gracias a estos terminales móviles, la existencia de una red de infraestructura de telecomunicaciones que permitiera la comunicación entre dispositivos, o lo que es lo mismo, la realización del principio de internet extremo a extremo, permitiría por una parte no estar al albedrío de las operadoras de telefonía para el disfrute de contenidos; una reducción de costes enormes para las empresas y para el conjunto de los usuarios que deseen utilizar este tipo de infraestructuras para determinadas ocasiones y para casos particulares; una oferta de valor añadido por parte de los ayuntamientos a sus visitantes vía servicios municipales, vía atención a turistas. Bajo este modelo, Telefónica, Auna o Amena verían seriamente afectadas sus actuales líneas de negocio, teniendo que migrar a nuevos servicios, dejando de ingresar las cantidades millonarias por voz, y centrándose en otro tipo de servicios, quizás las propias infraestructuras así como su amplio canal comercial. El futuro nos lo enseñaba desde hace tiempo Dartmouth College, universidad de New Hampshire, donde los universitarios pueden llamar sin ningún tipo de coste gracias al uso de software de telefonía que tienen. Aquí son las universidades las que ofrecen a sus clientes los servicios de comunicación sin ningún tipo de coste directo, ya que el coste mínimo que la universidad tiene que soportar, se compensa en las tarifas de la universidad estadounidense. Ahí está una de las claves de la expansión de la sociedad del conocimiento, de contar, no sólo con agentes tradicionales, sino con nuevas empresas que, gracias a la existencia de infraestructuras de telecomunicaciones y de los servicios que se pueden ofrecer a través de las mismas, Por eso, el futuro vendrá marcado por la oferta de servicios de telecomunicaciones por parte de empresas diferentes a las operadoras actuales de telecomunicaciones. Gracias a que la existencia del WiFi, cualquier establecimiento hostelero puede ofrecer el servicio de acceso a Internet, consiguiendo un retorno en la inversión, vía consumiciones en el local. Ésto ya ocurre en la cadena de establecimientos Starbucks donde éstos se han convertido en auténticos centros de ocio para sus visitantes. ¿Cuánto se tardaria en copar una ciudad con cobertura wireless mediante la inversión del gemio hostelero o del inmobiliario en la ciudad? En el momento que se tuviera, el acceso sería ubicuo, y cualquiera con aparatos móviles que pudieran conectarse a las redes WiFi, se liberaría de la dictadura del contenido que las operadoras comienzan a imponer, máxime cuando los contenidos son tan importantes para su cuenta de resultados. La creación de infraestructuras inalámbricas mediante el uso de comunicaciones que operan en espectros de radiofrecuencias libres permitirán una ubicuidad en las comunicaciones sin el coste impuesto por parte de terceros y no podemos renunciar a ellos simplemente por un tema de libre competencia.