El progresivo envejecimiento de la población española unido a la más que dudosa capacidad de la sociedad española de generar los recursos necesarios para el mantenimiento del actual sistema sanitario español, hacen que la oportunidad para ofrecer servicios médicos que impliquen una reducción en el coste de prestación de servicios médicos sea enorme.
En un mundo donde todo se puede datar, no es de extrañar que nuevos productos consistentes en monitorizar nuestros biorritmos emerjan y que nos enseñan claramente el mundo que nos toca vivir, un mundo donde todo se reinventa. AT&T, la empresa de telecomunicaciones estadounidense, comenzará a ofrecer un servicio el 21 de abril de este año que permitirá a sus clientes, enviar información sobre sus latidos cardiacos a una centro de monitorización que a su vez, enviará a sus cardiólogos. La empresa encargada del asunto, MedNet Health. Independientemente del estado de la tecnología, existen diferentes productos similares, AT&T nos antecede un mundo donde la monitorización de nuestro cuerpo formará parte intrínseca de nuestra vida y donde las decisiones sobre acudir o no al médico, no estarán tan basadas en el autodiagnóstico como en el análisis de datos científicos. La búsqueda de patrones medibles de enfermedades y su posterior comparación con los resultados que envíen los ciudadanos, determinarán más que nunca la necesidad de ir o no al médico. Si a esto le unimos la administración de fármacos sin tener que acudir al médico, nos muestran cómo este es posiblemente el único camino para mantener el nivel actual de prestación de servicios en la seguridad social española.