Pongamos un ejemplo. Muchos de los clientes que recibimos en nuestra empresa, nos manifiestan la dificultad en llegar hasta nuestras oficinas, debido a las indicaciones totalmente erróneas que el navegador GPS les ofrece. ¿Razones? La información que llevan los navegadores, para ciudades como Córdoba y su navegación en el casco histórico sólo sirven para indignar al conductor.
En un país como España, donde millones de turistas se desplazan por nuestras carreteras visitando nuestras ciudades, utilizando para ello navegadores GPS, este tipo de información no sólo es vital, sino que demuestra lo mucho que nos queda por hacer en un siglo como en el cual estamos. La oferta privada de empresas que ofrecen este tipo de información (por ejemplo, Teleatlas en Google Maps) es en muchos casos totalmente obsoleta e inservible donde un simple análisis de los mapas y de los datos nos muestran que el callejero utilizado, es, y no es cachondeo, del siglo XIX, con nombres de calles que fueron cambiados en la década de los 60 del Siglo XIX, y con direcciones de calles que no se utilizan desde hace al menos 5 años.
Y es que una empresa privada no puede mantener actualizado diariamente, las direcciones de las calles de cualquier ciudad española. Esta información deberían ofrecerla las administraciones públicas locales de un modo libre y totalmente gratuito, para que el conjunto de la sociedad, empresas, ciudadanos e instituciones públicas, pudieran beber de las mismas, y construir aplicaciones sobre ellas.
De esta manera, un proveedor de mapas y servicios de navegación, sólo tendrían que actualizar diariamente de este centro de control de geoposicionamiento y pasarlo directamente al navegador del cliente. La información geoespacial que ofrecen nuestras administraciones públicas, como venimos reclamando desde hace años, de un modo personal y también en campañas internacionales y las cuales Juantomas hace poco se refería, no es sólo pobre, sino cerrada, cara y no actualizada con las múltiples obras, cierres de calles, peatonalizaciones, que las ciudades en su propia y lógica evolución mantienen.
En un mundo donde las posibilidades tecnológicas que tenemos son inmensas, nuestros poderes públicos, se pasan estas necesidades por el arco de sus políticos traseros. ¿Desidia?¿Desconocimiento?¿Ineptitud? Creeemos sinceramente que es una cuestión de una suma de estos factores y que el desconocimiento de esta generación política, está poniendo en riesgo grave el desarrollo de nuestras comunidades, especialmente el de las españolas. Es por eso, que mientras clamamos por un mayor entendimiento por parte de nuestros gobernantes de las implicaciones que tienen los geodatos, iniciativas de la comunidad, como las de OpenStreet, son vitales para que no nos quedemos atrás, y que proyectos como los desarrolladas por Monolabs, empresa de Juantomás, de donar todos los geodatos generados en unas cuantas horas, al resto de la comunidad, dejan en impúdica vergüenza al conjunto de nuestros gobernantes, especialmente los locales, cuando se puede ver perfectamente, que esto de los geodatos y de su generación, es tan simple como eso, el de generarlos.