Cuando un político transmite cómo gestiona nuestros impuestos, siempre habla en términos de decenas de miles de millones de euros de inversión que se han destinado al proyecto X ó Y. Es la forma en la que tienen de vender su gestión, la gestión de nuestro dinero. Sin embargo, el común de los mortales se pierde ante esas cifras que no sabe valorar adecuadamente. Si esto era ya complicado cuando se hablaba de pesetas, con la llegada del euro, ni les cuento. Por eso planteo, ante una situación donde nos toca reinventarnos como sociedad, que el lenguaje político cambie y que se acerque mucho más al ciudadano para que éste entienda de qué se le está hablando. ¿Por qué no hablar en términos de costes de oportunidad en vez de cifras multimillonarias? Seguro que así lo entenderíamos mejor: ¿Qué pensaríamos los ciudadanos si nos dijeran que el coste del tranvía proyectado, en vez de 400 millones de euros es igual a la construcción de 5 Palacios del Sur? ¿Qué pensaríamos si nos dijeran que el coste del nuevo Palacio del Sur es igual a la construcción de 7 parkings como el del Paseo de la Victoria? ¿Qué pensaríamos si nos dijeran que un parking como el de la Victoria es lo mismo, grosso modo, que la remodelación de unas 30 calles de la ciudad? ¿Y qué pensaríamos si la remodelación de una calle equivale grosso modo a la construcción de 8 pistas polideportivas? Si nuestros políticos hablaran en estos términos, nos daríamos cuenta de tantas y tantas cosas, que permitirían creernos eso de los presupuestos participativos, y así, como ciudadanos, pasar a la acción a la hora de gestionar nuestra ciudad, que no se olviden, es la única forma de salir del atolladero en el que estamos metidos.