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Una entrada de Martin Varsavsky sobre la falta de conectividad wireless en la terminal T4 de Barajas ha sido la espoleta para que Enrique Dans comente sobre la falta de progreso y el retrogradismo existente entre los responsables de AENA. Señores, el problema estriba en la falta de visión. No se entiende de ningún modo que la conectividad wireless va a ser una de las necesidades en los años que vienen. Parece ser que no se entiende que es directamente proporcional la existencia de este tipo de conexiones, con el desarrollo socioeconómico de un país. Si a eso le sumamos la falta de enchufes, es como para ir a mear y no echar ni gota. ¿Dónde viven estos tíos? En su mar de capital relacional, en el siglo XX y sin pensar, que el mundo que vivimos, es un mundo completamente diferente al del siglo pasado, auqnue parezca lo contrario. Hace tiempo, cuando se multaba al ayuntamiento de Ponte Areas porque un cibercafé existía, clamábamos, porque lo que no era entendible, es que un centro de conexión a Internet, parara un proyecto de conectividad ubicua en toda la ciudad. O lo que es lo mismo, que transportándonos al siglo XIX, un centro de electricidad en un punto determinado de una ciudad parara que hubiera electricidad de una manera ubicua en las farolas de la calle. ¿Por qué no pensamos en términos de conectividad como con la electricidad en el siglo XIX? ¿Nos imaginamos un centro de electricidad en el siglo XIX habiendo un único sitio para tener acceso a la electricidad y el resto sin la misma? Pues aquí es lo mismo, pero con el agravante, que aqui el conocimiento fluye. Desde estas líneas hemos clamado contra la FALTA DE VISIÓN de una generación en el poder. Los políticos la tienen, pero responsables de AENA les pasa exactamente lo mismo, y lo que no se dan cuenta, que la imagen de nuestro país, muy moderno y desarrollado para algunas cosas, queda por los suelos cuando sólo hay un acceso inalámbrico en toda la terminal. Declaración de guerra total contra el viajero. Por supuesto. La sociedad está cambiando a pasos agigantados y los próximos años son vitales para el desarrollo socioeconómico de las ciudades. Estos que nos gobiernan, nos dirigen y son los encargados de determinadas políticas están haciendo cero por ayudar a la sociedad a meterse de lleno en la sociedad del siglo XXI. En fin, que lo que nos queda, es jodernos, protestar y decirles en la cara a los responsables, que son UNOS IGNORANTES, con todas las letras y por supuesto en mayúscula. ¿Qué nos queda por hacer?
