(columna quincenal en Radio Córdoba) Uno se queda alucinado con el incidente de la semana pasada en la que supuestamente una horda de musulmanes entraron por puertas diferentes al recinto de la Mezquita Catedral, con walkies talkies y con armas blancas para asaltar el templo. Y me quedo alucinado porque esto es lo que se desprende cuando uno lee, ve y escucha el tratamiento de los medios de comunicación tanto locales como nacionales sobre este asuntoQue hubo incidentes está claro que los hubo, pero al final sólo hay dos encausados por la misma...es decir, una gota en un vaso de agua para lo que se ha contado. De ahí que informar de manera poco clara y tendenciosa da alas al resurgimiento del sentimiento antislámico que siempre hemos tenido los españoles desde la expulsión de los moriscos allá por el siglo XVI hasta la más reciente con el no aclarado aún, atentado del 11-M. Ni merece la pena, ni responde a la realidad, ni ganamos nada con ello como sociedad. Son ganas de enredar.
Pero no es menos vergonzante, la actitud de todos estos progres de salón que, mientras critican de manera feroz y continuada a la Iglesia Católica simplemente por el hecho de existir, le echen en cara que no abran sus puertas de par en par para que otro culto religioso, en este caso el musulmán, rece en un templo cristiano, que eso es lo que es, la Mezquita Catedral, por muy singular que sea.Personalmente estoy en contra ese rezo compartido que se propone: ni se den las circunstancias ni hay demanda social y porque creo que no es conveniente fomentar el incremento de la proporcionalidad de musulmanes entre la población española que ya superan el 5%. Tengo bastante presente que en eso de la multiculturalidad ni creo, ni funciona y si no que se lo pregunten a lo ciudadanos de la costa almeriense o a los habitantes del extrarradio parisino.
Esas utopías de rezos compartidos y demás zarandajas las dejo para otro mundo, para otras ciudades, pero no para una ciudad tan mediocre como Córdoba. Si no somos capaces de construir un aeropuerto como Dios manda, ni arrancar la construcción de un palacio de Congresos por mucho que Alá sea Dios y Mahoma su profeta, ¿estamos en condiciones de ser el centro del ecumenismo mundial? Seamos seriosDejémonos de chorradas y de chufletas que no interesan a nadie y centremos toda nuestra atención en qué hacemos con nuestra ciudad que se nos muere día a día. Ahí es donde todos debemos rezar de manera compartida para que nuestra situación no vaya a peor. A Dios y a Alá rogando, pero con el mazo dando.