Supongo que muchos de vosotros conoceis Wikileaks. Wikileaks es un sitio web que publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia religiosa, corporativa o gubernamental, preservando el anonimato de sus fuentes. Entre sus más conocidas filtraciones se encuentran la desclasificación de 92.000 documentos militares de la guerra de Afghanistán. Independientemente de mi concepto sobre cómo de ético y moral es llevar a cabo la desclasificación de documentos que podrían llegar a comprometer la seguridad de las tropas aliadas en guerra (estoy seguro que algunas decenas de documentos podrían haberse elimindos y los ciudadanos seguiríamos conociendo la inmensa mayoría de los mismos), sí creo que el concepto de Wikileaks está en la base de la nueva sociedad en la que vivimos. Como pueblo, como ciudadanos, tenemos la capacidad pero sobre todo, el derecho, de demandar de nuestras élites gubernamentales información fiable sobre lo que ocurre en el ejercicio de sus funciones. Dado que me interesa tanto lo local, siempre he pensado de la importancia de tener información sobre lo que viene ocurriendo en nuestros ayuntamientos y de cómo ésta no llega jamás al público, lesionando gravemente el derecho de los propios ciudadanos. Particularmente lo he sufrido en mis carnes. Pero es que en Córdoba, hemos sufrido ya las consecuencias de cómo, cuando se lanza información crítica con el poder, los resortes de éste operan para eliminar cualquier tipo de discrepancias. La web Calleja de las Flores, web lanzada por Luis Calvo, mi amigo y colaborador del programa de radio que dirijo, Córdoba Siempre es la publicación local más ácida de la ciudad de Córdoba con diferencia (como bien dice él, es ácida porque así es el estado de la ciudad) Desde esta web se han denunciado varios hechos que acontecían en la ciudad de Córdoba, dos concretamente de largo calado, que han tenido como consecuencia que se paren éstos. Hace unos años denunciaba cómo el Ayuntamiento estaba sustituyendo el pavimento centenario de muchas calles para su sustitución por otro, granítico más concretamente; y en otro, denunciaba los conchaveos urbanísticos entre constructores locales propietarios de cines de verano con el propio Ayuntamiento, para la eliminación de aquellos. Las consecuencias de la publicación fueron inmediatas. De alguna manera ambos proyectos se pararon, tanto el cambio de pavimentación de calles del casco histórico de Córdoba, con carta incluída de ICOMOS, organización internacional no gubernamental que tiene como cometido promover entre otras la conservación, protección, realce y apreciación de los monumentos, los conjuntos y los referidos sitios de ciudades Patrimonio de la Humanidad, en la que se preguntaba al Ayuntamiento sobre las políticas llevadas a cabo en este sentido. Por otra, la denuncia de los convenios urbanísticos para la desmantelación de alguno de los cines de verano, trajo como consecuencia que muchos de estos se pararan, permitiendo la supervivencia de muchos de los cines de verano cordobeses. Meses después, una serie de ataques dirigidos, tumbaran y eliminaran miles de posts que una comunidad muy activa habían venido construyendo durante más de 3 años, en un foro que se había convertido como comentaba antes, en el foro más ácido y crítico de la ciudad. ¿Culpables? Nunca se pudieron encontrar. Por eso, la creación de un Wikileaks, para la Administración Pública Española, especialmente la local sería una excelente herramienta para contrarrestar el poder político que, en una sociedad red, tan necesario es. Existen numerosas ventajas de implantar un sistema así: la primera y más importante, es el mensaje a las autoridades públicas que el tiempo de secretismos y de ilegalidades y de llevar a cabo políticas de espaldas a la ciudadanía han acabado. Que, teniendo todo el derecho conferido por parte de los ciudadanos para gobernar la ciudad, hay determinadas políticas que no se pueden esconder al pueblo. Que en el siglo XXI, todo lo que no quieres que se sepa, no lo hagas. La verdadera existencia de un contrapoder, que en demasiadas ocasiones, la prensa local no ha sido capaz de mantener. Otra de las ventajas es la introducción de una capa de apertura en los procesos de toma de decisiones. Que en una sociedad red, la participación activa de los ciudadanos en la gestión de lo público, debe ser mucho más real de lo que nos venden, especialmente en Ayuntamientos como el de la ciudad donde vivo, Córdoba. Pero también, gracias a una infraestructura profesional, preparada para soportar el mayor número de ataques posibles, se tendría la seguridad de que la información revelada ahí por parte de todo tipo de funcionarios públicos y de ciudadanos en tratos con la administración, ésta no desapareciera. Ahí queda el envite...como tantos otros, yo no podré llevarlo a cabo por falta de tiempo, pero un Wikileaks local es más que necesario en una sociedad cada vez más polarizada entre los intereses políticos y los propios de los ciudadanos. Actualización: sigo reflexionando en este otro artículo sobre algunos comentarios de Menéame y Barrapunto. La importancia estriba en la capa ética que introduce y de cómo nos hace "mejores" como sociedad en cuanto al cumplimiento de las leyes