Si anteayer hablábamos de cómo las universidades españolas no dan la talla en Internet, tenemos que aplicar el mismo discurso a las mayores empresas españolas que ni siquiera aparecen en el informe del top-100 (pdf) de empresas mundiales que invierten en I+D. Pese a ser más grandes en capitalización bursátil que muchas de las que se encuentran en la lista, empresas como Telefonica, BBVA, Banco Santander, Endesa o Gas Natural, por nombrar algunas, no están destinando en comparación con homólogos internacionales, los fondos suficientes para poder prepararse cara a un futuro que está aún por inventar. Cuando España está en condiciones de ser uno de los países miembros del G8, no encontrar ninguna empresa en este ámbito, es la constatación de un hecho. Siempre y cuando la construcción siga adelante, España tendrá bonanza económica. En el momento que ésta se ralentice, así lo hará el país, y entonces, llegarán las lamentaciones. Invertir en el futuro, no es sólo educación (como muchos creen, máxime cuando la llegada de Internet ha revolucionado totalmente este ámbito) , es una necesidad que tenemos imperiosa. No hacerlo es simplemente cavar la propia tumba de nuestro querido país. La mentalidad es, ¿quién quiere invertir cuando tenemos tantos beneficios? Vía Barrapunto