La máquina del tiempo que viene

No es difícil predecir que la realidad virtual es uno de los siguientes espacios a conquistar en el ámbito tecnológica en esta década que viene. Con una capacidad de computación cada vez más creciente así como herramientas de programación cada vez más sofisticadas y accesibles a todos, permitirá poder generar entornos de realidad virtual al estilo Second Life que nos permitan pasar nuestro tiempo en mundos virtuales cada vez más tiempo. Recrear mundos virtuales pueden hacerse desde un punto de vista utópico tal y como se hace actualmente en la mayoría de los mundos creados en sitios como Second Life, o bien, recreando ambientes históricos que se vivieron. Especialmente en este último caso, veremos cómo, conforme avanza las posibilidades tecnológicas y la facilidad de uso de las mismas, veremos cómo muchas personas vivirán gran parte de su tiempo en un entorno que no se corresponde con el tiempo actual. No es difícil por tanto imaginar una recreación de la Córdoba de los Omeyas e introducirte en ese ámbito donde pasar gran parte de tu tiempo, hablando con otros interesados en el periodo, escuchando conversaciones prefijadas sobre la época, preparando una razzia contra los castellanos del norte o simplemente disfrutando de la biblioteca de Alhaken. Sabiendo que ese será un escenario que afrontemos en los próximos años, la clave desde un punto de vista estratégico de una ciudad consiste en generar la máxima información en formato digital que permita ir construyendo no sólo la infraestructura urbanística de la época que queramos mimetizar, sino también la historia en intrahistoria que permitan dar el realismo necesario para que, viajar en el tiempo, sea lo suficientemente atractiva para que muchos puedan hacer uso del mismo. Por eso cuando pensamos en eventos tipo Córdoba 2016, tenemos que tener presente eso, cuestión que creo sinceramente no se piensa con el suficiente conocimiento. No se me antoja descabellado pensar que en menos de 20 años, muchos de nosotros, pasaremos gran parte de nuestro tiempo en otras épocas, visitando la ciudad y escuchando las conversaciones que mantenían las personas de la época, sobre los conflictos sociales de la misma por ejemplo. En el caso de Córdoba por ejemplo, pasear por la calle Gondomar y asomarte al Club Guerrita para ver cómo el Guerra charlaba sobre diferentes temas.