Hace muchos posts, revelábamos cuáles eran las características que hacían de las ciudades del siglo XXI, ciudades innovadoras, vivas, competitivas, según un informe encargado por la oficina del Primer Ministro británico. Aquí hemos hablado profusamente de la importancia de la infraestructura en las ciudades del siglo XXI, sin embargo, esta es sólo una de las características que tendrán las urbes y comunidades punteras. Una de las que en España, y en especial en Córdoba, es la capacidad para implementar proyectos estratégicos a largo plazo.
• La diversidad de su economía (que no sea un monocultivo) • Una población laboral bien formada • La conectividad (la capacidad de mover átomos, transporte, y bits, telecomunicaciones) • La capacidad de implementar proyectos estratégicos de largo plazo • La innovación de las empresas y organizaciones de la ciudad • La calidad de vida (social, cultural y ecológica).
El problema de un país como España es el número de instituciones, organismos y organizaciones, que tienen el derecho o se creen con el derecho de decidir sobre los proyectos estratégicos que ocurren en una ciudad. Cuando ocurre ésto, los proyectos se ralentizan de una manera exasperante, tal y como ocurre en la ciudad de Córdoba. Nuestra ciudad desde siempre ha tardado varios lustros en poder llevar a cabo proyectos determinantes para el desarrollo socioeconómica de Córdoba. Entre ellos encontramos: * Parque Tecnológico: Rabanales XXI * Palacio de Congresos: Palacio del Sur * Recinto Ferial: Recinto ferial de Levante (abandonado definitivamente tras gastar 1 millón de euros en su estudio) * Ampliación del Aeropuerto: ampliación del aeropuerto de Córdoba * Centro Logístico de Transportes: Centro logístico de transportes en el Higuerón Hoy en día, diferentes proyectos llevan parados sin que nadie sepa cuando se van a poder, no ya terminar, sino tan siquiera comenzar. Las luchas entre organismos, la incompetencia de muchos de los decisores, así como y principalmente, la financiación, la tan manida financiación, hace que especialmente en Córdoba los proyectos de este calado se eternicen. De hecho, a pesar más de cinco años de conceptualización de los proyectos anteriores, ninguno todavía ha comenzado. Insólito. Córdoba, para llegar a ser una ciudad competitiva, no sólo hace falta que tenga una infraestructura de conectividad, ni una población laboral bien formada, entre otras cuestiones, sino que la capacidad de implementar proyectos estratégicos a largo plazo es vital para asegurar nuestro futuro. Ésto es lo que nos hace falta en Córdoba, que nos demos cuenta, lo que un día de retraso en un proyecto de esta envergaudra, supone en términos de desarrollo socio-económico para el conjunto de la ciudad. Eso es lo que a nuestros representantes de la ciudadanía y al conjunto de cordobeses se ha de exigir y aquí en Córdoba, mientras creamos plataformas ciudadanas para otro tipo de cuestiones (Plataforma Flamenquín, todos contra el Burguer King) o contra el levantamiento de una torre de 74 metros a 50 metros del casco Histórico de la ciudad, nadie clama contra todo el tiempo que llevamos perdido en hacer realidad algunos de nuestros proyectos. Ese es quizás uno de los grandes cánceres que tenemos en nuestra sociedad, el ser, como muy bien explica Juan Jose Primo Jurado en la Teoría del Séneca Cordobés, nuestra indiferencia y conformismo. ¿Qué debemos hacer? porque este problema es centenario: Córdoba vive de sus recuerdos: sentada en el libro de la historia al borde de una tumba... Falta decisión por una parte, interés por la otra, insistencia para pedir en el pueblo y en los que mandan el tiempo indispensable para ocuparse de lo que a Córdoba conviene...." El periodista Francisco Rubino al ver Córdoba en la Visita de la Reina Isabel II (1862). (Texto extraído de la Cordobapedia)