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Que las tecnologías llegan a cada aspecto de nuestra vida, es algo obvio que vemos cada día en nuestros quehaceres diarios. Sin embargo, un aspecto en el que todavía no ha llegado al público en general, es la tecnología aplicada al arte, al menos, en un sitio lo suficientemente visible, para que nos demos cuenta de las nuevas tendencias que trae el arte.
Vía Textually, nos encontramos conque dos esculturas de bronce en Praga orinan sobre una especie de estanque, dibujando en el agua, frases de los residentes de la ciudad. El visitante, puede enviar un mensaje de texto al número que incluyen las esculturas, y poder tener su propio mensaje escrito. El mecanismo es tan bueno, que las esculturas mueven sus penes de arriba a abajo balanceando también el cuerpo. Aqui tenemos una escultura, que gracias a la conectividad que un servidor de SMS provee, puede actuar como línea de ingresos para la conservación del patrimonio histórico - artístico de la ciudad. La cuestión está clara. Este siglo impone imaginación y conocimiento sobre las nuevas formas de hacer ciudad que traen las tecnologías de la información. Crear arte y/o puntos de interés que pudieran convertirse en generadores de ingresos para una ciudad, es una posiblidad real que este ejemplo de Praga nos muestra. Una nueva manera de tener un nuevo punto de interés turístico al que atraer, a cada vez un perfil de turista mucho más tecnificado.
