Una de las decisiones más transcedentes de nuestra vida fue la de abandonar España para poder ir a otro país a terminar mis estudios en la carrera. Motivos personales de diversa índole, me empujaron a ir a otro país donde tuvimos la oportunidad de conocer las tecnologías de la información y de la comunicación, y de primera mano, poder conocer este mundo de Internet. De no haber sido por aquello, seguramente, no estaríamos escribiendo aquí, o si lo hiciéramos, lo haríamos sobre otras materias. Esa estancia en Estados Unidos, nos hizo ver cómo el mundo de las tecnologías iba a trastocar radicalmente nuestro mundo...y lo que te dabas cuenta allí, que la diferencia no estribaba tanto en el acceso al capital para la implantación de costosas infraestructuras, sino en la mentalidad del profesorado, radicalmente diferente al que nos encontramos aquí en España. Viene esta reflexión al hilo de cómo tras leer el post en Worldchanging, la Universidad de Stanford, va a poner a disposición de sus alumnos, diferentes discursos, clases y demás material educativo en formato digital para ser reproducido a través de reproductores iTunes. Independientemente de la elección de un formato cerrado y propietario como es el que utiliza iTunes, la dirección está clara. Utilizar los formatos digitales como modo de expandir el conocimiento. ¿Conoceis universidades españolas que estén haciendo esta apuesta por otro tipo de técnicas educativas para hacer que sus alumnos, aprendan mediante todo tipo de sistemas? ¿Es caro grabar determinadas materias? ¿Es complejo grabar en vídeo las clases de un profesor? ¿Es dificil tener un RSS en vídeo de las materias y su posterior posteo en blogs de profesores y de la univerisdad? Absolutamente no. Lo difícil y complejo es hacer ver a una generación de profesores, que el mundo ha cambiado, y que, por el hecho de ser transmisores de cultura, tienen la obligación de situarse en la vanguardia del conocimiento, ya que de su empuje, depende que los alumnos, y por ende, los ciudadanos del siglo XXI, construyan una sociedad óptima. En sus manos está...