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Una de las lecciones que nos está mostrando la primera década del nuevo siglo, es que una de las consecuencias de la llegada de la sociedad del conocimiento, ejemplificado en acceso a contenido y comunicaciones, es cómo ha sido capaz de alterar el curso político de España. El 13 de marzo, se vivió la que se conoce como la noche de los mensajes cortos, y donde una cadena vírica de mensajes entre móviles condujo a la derrota más inesperada de la historia de la democracia española. El Partido Popular perdía unas elecciones merced entre otras razones, a la supuesta manipulación que había realizado sobre la autoría de los atentados. La segunda consecuencia, ha sido que, entre otras aportaciones, gracias al poder de muchos individuos conectados, el sumario del 11M está siendo diseccionado de cabo a rabo por decenas de personas, sacando a la luz evidentes contradicciones con la versión oficial del caso y que tambalean lo que hasta ahora el auto judicial nos ha venido mostrando. La primera de estas consecuencias, el cómo puede llegar a la vida nacional el empleo de mensajes cortos, ha sido comentado por parte de aquellos que desde hace años veníamos observando el fenómeno de los SmartMobs. De cómo una cadena de comunicación entre unos nodos de la actual red en la cual vivimos, esparcían rápidamente la sospecha de la duda sobre la autoría oficial del atentado. Pero, ¿qué nos enseña la segunda consecuencia? ¿Qué nos muestra que decenas de personas conectadas con conocimientos policiacos y de investigación, así como otros que usan simplemente su inteligencia, están sacando a la luz los errores que contiene un juicio de esta importancia? Primeramente que existen decenas de personas que están dispuestas además de capaces de invertir su tiempo en investigar, analizar, barruntar hipótesis, sobre la autoría del mayor atentado terrorista sufrido en España. Al igual que en las comunidades del software libre cuando varias personas trabajan en un proyecto de una aplicación informática, y la documentan, corrigen bugs, supervisan y aportan código (en un gran alto porcentaje por una causa mayor, por ejemplo, acabar con el software propietario) lo que estamos viendo durante estos dos últimos años, es cómo este modelo es también aplicable al ámbito judicial. La página del Fondo Documental del 11M, donde hay en la actualidad más de 10.000 mensajes está dedicada a la memoria y al esclarecimiento del auto judicial del 11M. Decenas de persons colaboran en el esclarecimiento del atentado mediante su conocimiento en explosivos, errores en el sumario, o en el blog de Luis del Pino . En ellos, especialmente en el primero, puedes encontrar cientos de pruebas relativas al sumario, que permiten que todos puedan poner su conocimiento en este medio sobre, por ejemplo, el explosivo utilizado. Se conocen las debilidades del sistema judicial español en cuanto a recursos. ¿Por qué no aprovechar el de las miles de personas que, teniendo tiempo libre y ganas de aportar un granito de arena hacia una causa justa y noble? Nos imaginamos que tras la apertura de un sumario judicial este fuera íntegramente colgado en Internet para que todos aquellos que quisieran pudieran acceder al mismo, analizarlo e investigarlo. ¿Nos imaginamos la Operación Malaya y todo el asunto marbellí, siendo accedido por parte de decenas de personas para desenredar estos hechos? Las consecuencias sociológicas y políticas de la llegada de la red están aquí. La polémica en torno al 11M se produce porque estamos en otra era, donde el acceso a la información actúa de catalizador para la resolución de tareas que antes, con los recursos de un mundo de papel y analógico, no era posible, y eso, en el periodo transicional de una época analógica a otra totalmente digital, vamos a darnos cuenta de cómo, muchísimas personas conectadas son terriblemente más eficientes que cuatro profesionales dedicados en tiempo y alma al proyecto, mostrando las deficiencias del que creíamos, seguro y justo sistema. Ya lo dijo Eric S. Raymond, en relación al desarrollo de aplicaciones informáticas (con la gente suficiente, cualquier error será posible identificarlo). En el ámbito del desarrollo informático nos hemos dado cuenta de ello siendo prueba de ellos cientos de aplicaciones informáticas libres que han sido desarrolladas en comunidad. ¿Por qué no emplearlo como método de investigación y de calidad en los sumarios judiciales abiertos?
