Vía Techdirt nos encontramos con otro de los múltiples ejemplos de cómo el modelo de negocio de la música ha cambiando para siempre y no hay vuelta atrás, que lo que seguimos viendo, son sólo algunos rasgos superficiales de un cambio profundísimo en la manera en la que se crea, se produce y se comercializa música.
Shayan, un joven británico ha sacado a subasta un tanto por ciento de los royalties que obtuviera en un futuro mediante la comercialización de su repertorio de música. Para ello pone a subasta las acciones de su empresa FM Publishing, a un precio de 3.000 libras por un 0.25%, que incluye, como indica el contrato que aparece en las especificaciones de la subasta, ventas por CDs, DVDs, conciertos y cualquier derecho procedente de la comuncaición pública, publicidad, etc. Este ejemplo confirma una de las cuestiones que siempre hemos mantenido. En el futuro, las profesiones será mucho más polifacéticas, y muchos asalariados, pasarán a ser autónomos por las posiblidades que la red trae. Aunque Shayan todavía tiene que basarse en la distribución física para poder garantizar alcanzar el break even lo antes posible, gran parte de su trabajo, lo hace gracias a la red, pudiendo una compañía independiente, crear modelos de negocio en torno a la música totalmente diferente. En el artículo de Techdirt se nos habla de los modelos basados en el mecenazgo donde un mecenas invierte dinero en artistas que les permiten comenzar con su actividad y poder recuperar el dinero de una manera diferente. Hace muchos posts, comentábamos que el negocio de la música iba a estar en los próximos años irremediablemente ligado al modelo del mecenazgo. La digitalización de las canciones así como la facilidad en la distribución de las mismas, iba a contribuir a que grandes empresas, esponsorizaran determinadas campañas de marketing donde la música iba a ser un elemento esencial de la misma. Cuando iTunes ha vendido la quingentésima canción (500 millones de canciones) y las descargas de canciones legales reportarán este año más de 500 millones de dólares, la revolución se consolida, y el ejemplo de Shalam no es más que otra combinación inteligente de diferentes factores: el poder de la red y la nueva media que se acerca. ¿¿¿Lebyrus, por qué no subastas tus royalties???? ;-)